Segundo Mandamiento: SED INFLEXIBLES
No arriesgarse y ser inflexible tienen mucho que ver entre sí, aunque les distingue un matiz importante, porque los corredores verdaderamente inflexibles no evitan los riesgos, sino que están tan seguros de saber cómo llegar el primero a Mongolia, que no son capaces de ver otra manera de recorrer el camino.
El mundo es tan grande que no da pie a conocer todas las circunstancias, de caminos que no son caminos, de caminos que son veinte caminos, de ayudas que no ayudan, de culturas impredecibles… Así que, cuando las condiciones de vuestro alrededor cambien, seguid inflexibles, insistid en vuestra postura, manteneos firmes y fracasaréis. Los 15.000 kilómetros de trayecto están llenos de hierros abandonados, antes definidos como vehículos, de equipos que sólo unas etapas antes aseguraban que todo iba a la perfección, mientras se precipitaban a una situación de imposibilidad para continuar, con el trágico resultado de abandono: CUANDO TODO VA BIEN ES QUE ALGO MARCHA MAL.
Muchos de los que no llegaron a su objetivo, se debió a que no entendieron o se negaron a entender que una carrera de fondo a bordo de viejos y limitados vehículos, con escasez de asistencia técnica en el itinerario, es completamente distinto a cualquier otro tipo de aventura donde sólo sois tú y la naturaleza (y reza por que también una fuente de combustible). Cual generales de ejército, siempre preparados para librar la última batalla, siguieron empeñados en no cuidar de los recursos que tenían. En este entorno, hasta lo más sucio y oxidado se vuelve valioso, pues es todo lo que tienes. Nada más.
Evidentemente, cada equipo o corredor, en cada ruta en la que se dio un fracaso, tienen una historia diferente, algunas más sencillas que otras. Está claro que algunos eran más flexibles que otros. Pero lo cierto es que ninguno de los que allí cayeron se definirá como inflexible. Por lo tanto medita, analízate, y flexibiliza tu personalidad.
En resumen, si queréis fracasar sed inflexibles. Pero la flexibilidad no es una virtud en sí misma. La flexibilidad es un proceso continuo y profundamente reflexivo que consiste en examinar la situación y, cuando esté justificado, adaptarse rápidamente a las circunstancias cambiantes. Si os dais cuenta, no es más que la clave para competir; no es más que la clave para sobrevivir a la ley del más fuerte de Darwin. ¡Suerte compañeros!
(Extraído y adaptado de: Keough, D.R., Los diez mandamientos para arruinarte)
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